Las criptomonedas comenzaron a ser noticia en Latam y el mundo entero en el 2013, luego del inminente crecimiento del Bitcoin en la bolsa. A partir de entonces, solo fue cuestión de días para que la prensa y el internet se inundara de títulos como “El Bitcoin se acerca a los 1.000 dólares y luego cae a los 500” (El País, 2013). Con publicidad buena o mala, la popularidad de este y otros tokens creció en América Latina.
Este auge ha llevado a gobiernos de muchos países latinoamericanos a tomar decisiones al respecto. Tal es el caso de Venezuela, en donde el Estado creó su propio criptoactivo: el Petro (BBC News, 2017). Más recientemente, El Salvador ha sido la primera nación del mundo donde se ha adoptado el Bitcoin como moneda de curso legal (DW, 2021). Todas estas noticias hacen pensar que sea posible que las criptomonedas sean el futuro medio para las transacciones económicas de Latinoamérica.
El Criptomundo: una nueva cultura financiera en Latam
El uso de criptoactivos como un nuevo método financiero es una corriente que gran parte del mundo está siguiendo en la actualidad, y, como pudo apreciarse, América Latina no es la excepción. De acuerdo con datos compilados por la web coin.dance desde el 2013 hasta el 2021, los países de territorio Latam con mayor volumen de criptodivisas son: Colombia (45%), Perú (13%), Chile (12%), México (11%) y Brasil (11%).
Ahora bien, son muchos los motivos por los cuales el uso de criptoactivos continúa creciendo en países de origen latino. Inflación, falta de confianza en instituciones bancarias tradicionales, evasión de impuestos, seguridad, rapidez de transacciones, son solo algunos de ellos. Sin embargo, pocos hablan de la popularidad que han ganado las criptomonedas por la promoción a través de redes sociales como Instagram, Facebook, YouTube y demás canales de transmisión.
Con una grabadora de pantalla y un editor de videos, los traders —personas involucradas en el criptomundo dedicadas a analizar el mercado y operar en él—, se han encargado de enseñarle a cientos de usuarios lo fácil que es comprar, vender y holdear activos digitales con solo tener un dispositivo móvil y una conexión a internet. Además, han mostrado todos los beneficios que esta actividad, considerada una profesión —el trading—, trae consigo.
El trading: el trabajo favorito de los latinoamericanos
Si hay algo que ha impulsado el uso de criptodivisas en Latinoamérica, eso es el trading. De hecho, muy probablemente la cantidad de activos digitales que se mueven en territorio Latam —que llega a ser incluso mayor que la de todo EE. UU.— tienen que ver con que un buen porcentaje de la población ejerce dicha compra-venta (ya sea de forma profesional o particular).
Esta profesión, al contrario de lo que muchos piensan, no es para nada algo nuevo. El trading —el negocio bursátil, en español— existe desde hace mucho tiempo. Es solo que antes de la aparición del internet se trataba de un trabajo mucho más complejo y manual. Al igual que sucedió con numerosos oficios, la tecnología ayudó a facilitar su ejecución y evolucionó sus técnicas.
En Latinoamérica, el trading se ha vuelto popular entre jóvenes y adultos debido a la publicidad que se le da a este en redes sociales. A menudo lo presentan como el oficio de los futuros millonarios; un trabajo sencillo y ventajoso que genera grandes sumas de dinero y representa un estilo de vida lleno de lujos y un alto estatus. Pero: ¡nada más alejado de la realidad!
Para ser un treader exitoso, el camino está lleno de obstáculos. Y, aunque sí es posible conseguir el éxito —y sobre todo la libertad económica—, no deja de ser una tarea que implica tiempo y estudios.
Situación legal de las criptomonedas en América Latina
A pesar de que una de las principales características de las criptomonedas es que son un método financiero totalmente descentralizado —es decir: ninguna entidad bancaria o gubernamental las maneja o regula—, en muchos países está parcial o totalmente prohibido su uso. Sobre todo, el relacionado con la realización de actividades como la criptominería.
En la mayor parte de América Latina, el uso de criptomonedas es totalmente legal, con excepción de ciertos países como Bolivia y Ecuador, cuyos gobiernos las han prohibido (Cointelegraph, 2020). En el resto de naciones latinoamericanas no existe ninguna restricción.
¿Por qué algunos países latinos permiten las criptomonedas y otros no?
Esto viene dado por juegos de poder, control y también para evitar delitos de lavado de dinero. Si bien el uso de las criptodivisas aumenta el flujo de activos y agiliza las transacciones en las economías que permiten su aplicación, el Estado desconoce cómo y cuándo suceden las actividades comerciales y de dónde provienen los fondos.
Esto no conviene a todos los sistemas, como lo es el caso de China —un país abiertamente comunista y la segunda mejor economía global—, que ha prohibido las criptomonedas. ¿Por qué?, simple: monopolio de cada una de las transacciones implica la obtención de impuestos y el conocimiento pleno del capital de los ciudadanos. Además, como ya se dijo, se evita el lavado de activos.
Ahora bien, el uso de criptomonedas no es un indicativo de que una economía sea buena o mala, o es una carta abierta a delinquir, simplemente es un camino de independencia transaccional para sus usuarios. Un ejemplo claro de esto lo representa Estados unidos. EE. UU. es la nación con la economía más sólida del planeta, y, sin embargo, permite la libre compraventa de criptodivisas.
El futuro ya está aquí
Es un hecho, Latam es territorio conquistado por las criptomonedas. Y no es solo por la razón de que exista la información y el manejo constante de estos activos digitales por parte de la población. No. Sino también porque constantemente existen más innovaciones al respecto: creación de tokens locales, casas de Exchange descentralizadas, negocios que aceptan Bitcoin como método de pago, entre otras.
Sí, la mentalidad de la comunidad latina está cambiando. Cada vez existe menos especulación y más confianza en las criptomonedas. De ahí a que también existan muchas más asistencias a las convenciones y eventos relacionados, como, por ejemplo, el Cripto Latin Fest, el Labitconf, la Crypto Night, y otros encuentros comunitarios para educar y distribuir las últimas noticias sobre el criptomundo.
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