Facebook nos tiene acostumbrados a sorpresas y cambios, pero hace poco uno fue especialmente relevante. Era una novedad que abría muchas posibilidades, puesto que permitía convertir un perfil personal en página de fans.
Esto era muy útil para muchas empresas e instituciones que empezaron en redes sociales abriéndose una página personal, sin saber ni las limitaciones que ello conlleva ni que va contra las normas de Facebook. Y pasó el tiempo, fueron ganando amigos (no fans) y cuando se enteraron de que les podían cerrar el perfil por ser empresa, y vieron que además tenían el número de seguidores limitados y no podían, por ejemplo, mandar un mensaje a todos ellos, quisieron convertirlo en una fan page. Pero no se podía.
Y llegó el dilema ¿pierdo los contactos que ya tengo y empiezo de cero con una fan page? Sigo con la personal arriesgándome a perder todos los contactos? Casi todos optaron por continuar con el perfil personal e intentar migrar a la gente a una nueva página de fans, comunicando constantemente que van a dejar de publicar allí, que la van a cerrar, que se hagan fan de la nueva… Pero no funcionaba. No le pidas nunca un esfuerzo a un internauta si no le das nada a cambio. Y allí estaban las empresas, con su perfil personal con 2.000 amigos y su fan page con 25 fans, publicando lo mismo en ambas para agotamiento de los 25 solícitos que hicieron caso a tanto “hazte fan”.
Entonces, Facebook decidió dar a todas estas compañías la oportunidad de convertir su página en lo que realidad era. Simplemente pinchando un link, convertías tu perfil personal en fan page. Bien! Pero qué pasó? Muchas personas (además de las empresas) pensaron que sería divertidísimo hacer el cambio. Sus amigos no tendrían límite de cantidad y encima pasarían a ser fans suyos.
Peeeeero… como es lógico, que a mí me guste el ColaCao no implica que me apetezca que los señores del desayuno y merienda ideal vean mis fotos en la playa o mis comentarios sobre lo hartita que me tiene mi jefe. Por eso, las marcas no tienen acceso a este tipo de información de los fans. Y por eso, los que hicieron el cambio se quedaron sin saber qué publicaban sus amigos, sin poder ver sus fotos, sin intervenir en sus conversaciones… pero no había vuelta atrás. Si una fan page pudiera convertirse en perfil personal, cualquier marca podría hacerlo y tener, de repente, acceso a las intimidades de miles de personas que no dieron permiso para ello, sólo pincharon “Me gusta”.
Entonces llegaron las quejas, las reclamaciones, yo no lo sabía, me he equivocado, devuélveme a mis amigos… y se acabó la opción. Ya no podía convertirse un perfil personal en uno de empresa.
Pero ooooooohhhhhh ¿y todas esas pobres empresas que se enteraron tarde y que cuando quisieron convertirse encontraron el link inservible? También reivindicaron su derecho a hacer lo que otros habían hecho antes! Así que Facebook vuelve a dar la opción de pasar de ser persona a ser empresa.
Para todas las empresas, asociaciones, instituciones etc. que quieran tener su página en Facebook correctamente para ser legal y sacarle partido, ya está de nuevo disponible el servicio de conversión. Pero para todos aquellos que son personas y como tales necesitan un perfil personal, cuidado, porque esta vez tampoco hay vuelta atrás y el cambio no compensa!
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