Cómo diseñar un gran catálogo de productos
Hoy en día, crear un catálogo de productos es una de las herramientas más útiles para hacer publicidad de una empresa, mostrar los productos y atraer clientes. Un catálogo de productos es necesario en cualquier estrategia de marketing, ya que es una vía para captar compradores e incrementar las ventas.
Un catálogo de productos bien diseñado es una fuente de beneficios para cualquier empresa que quiera tener presencia en el mercado y tener relevancia en su sector. Aunque hoy en día se ponga en valor tener una presencia en internet, también es imprescindible imprimir el catálogo para poder ofrecerlo a clientes, distribuidores, etc., para ello hay que contar con una imprenta de confianza que nos ofrezca un resultado de calidad.
Para que el catálogo de productos sea exitoso es importante que comunique los valores de la marca, que esté dirigido a un target específico y que cumpla todos los objetivos para el que ha sido creado.

Cómo hacer un buen catálogo de productos
Hacer un catálogo de producto es la forma más efectiva de hacer que tus clientes conozcan toda tu gama de productos, tu metodología de trabajo o cualquier otro detalle que te interese dar a conocer. Los catálogos son muy atractivos y fáciles de difundir, lo que permite a una marca llegar a una mayor cantidad de personas, aumentar sus ventas y captar nuevos clientes. Para conseguir diseñar un catálogo que exprese la identidad de la empresa hay que tener claros algunos factores:
Estructura: el primer paso para el diseño del catálogo es idear una estructura, es decir cómo queremos que se vea ese catálogo. Para ello lo principal de realizar un esquema con los contenidos.
Información: tenemos que tener claro qué información de la empresa queremos comunicar: historia de su creación, una presentación explicando quién es su equipo humano, etc. Esta es una forma de transmitir que detrás de la marca hay un personal que se preocupa por los clientes. Por supuesto, hay que incluir los datos de contacto de la empresa, redes sociales, correo electrónico y otros datos de interés.
Claridad: si le damos demasiada importancia al diseño, pero nos olvidamos de su funcionalidad estaremos cometiendo un error, ya que además de llamar la atención, el catálogo debe ser legible y no saturar al lector.
Texto: el texto debe dar la información necesaria de cada producto, pero no debe ser demasiado escueto ni demasiado extenso, queremos que los posibles clientes puedan leerlo sin problemas. Las descripciones deben estar realizadas con una cuidada redacción en la que se detalle toda la información relevante del producto (características, dimensiones,etc.).
Imágenes: para lograr unas imágenes de calidad, el primer paso es tener fotografías profesionales de lo que queremos vender. Una sesión con un fotógrafo especializado en fotografía de producto es una estupenda inversión para obtener un buen catálogo. Formato: a la hora de diseñar un catálogo es importante no excedernos en el tamaño. Aunque la empresa disponga de una amplia variedad de productos debemos limitar el número de páginas.
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