Hemos tenido la suerte de hablar de creatividad con Arnal Ballester, ilustrador español que comenzó su andadura en el mundo del humor gráfico y de la editorial a principios de los ´70. Arnal ha sido ganador de numerosos premios como: Premio a las mejores ilustraciones infantiles y juveniles (1993), Premio al Ilustrador del Año de la Feria de Bolonia-UNICEF (1993), Premio de la Crítica Serra d’Or (1995), Premio Nacional de Ilustración (2008)
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Hay dos momentos que me gustan especialmente. Uno es en el proceso previo, cuando de repente emergen soluciones gráficas a lo que hasta entonces se resistía, y a partir de ahí todo fluye. El segundo momento es el del cierre, cuando con un último toque parece que todo cuadra. Una vez he terminado suelo olvidarme de lo que he hecho. Cuando me mandan un libro impreso con mis ilustraciones, por ejemplo, no suelo abrir el paquete hasta bastante tiempo después, e incluso puede ser que lo abra sólo para meterlo en una estantería. Lo abro al cabo de algunos meses-a veces años- y entonces me llevo la sorpresa, que puede ser agradable o todo lo contrario. Si es lo primero , ahí tenemos algo como un tercer momento de epifanía.
¿Qué es para ti la creatividad?
La capacidad de encontrar soluciones inesperadas y a la vez válidas a ciertos problemas o retos. También es la capacidad de responder a las nuevas realidades sin echar mano de las viejas recetas. De hecho las dos cosas son complementarias.
¿Con creatividad se nace o se hace?
No tengo ni idea, pero tiendo a pensar que depende de las circunstancias y del entorno, más que de factores personales. Hay mucha creatividad en la acción cotidiana de mucha gente, de la que ni siquiera nos damos cuenta, y eso hace que la evidente parezca excepcional.
¿Crees que hay algún secreto para ser creativo?
No, pero hay una pequeña industria de traficantes de recetas – que son como los antiguos vendedores de crecepelo- a los que les interesa que se crea lo contrario .
¿Cómo abordas el proceso creativo?
Con dos patas, o si se prefiere a dos canales. Por un lado está el análisis. Soy iliustrador, narrador visual, y normalmente mi trabajo está conectado con un texto (narración, guión, poema, lema…),a menudo ajeno. Por tanto primero hay un trabajo de comprensión, de análisis y de interpretación. Por otro lado, luego intento dibujar sin pensar en lo que he leído o reflexionado al leer. Dejo un gran espacio al inconsciente y nunca me defrauda. De otro modo me aburriría bastante.
¿Qué es lo más creativo que has hecho?
No tengo ni idea. De hecho no lo he pensado nunca y si lo hiciera seguro que me equivocaría en las conclusiones.
¿De qué llenarías un espacio creativo?
No entiendo muy bien la pregunta. Si se refiere a un espacio físico, el mío está hecho de aislamiento y de cosas cercanas emocionalmente, aunque luego ni repare en ellas. Si se trata de un espacio mental, puedo asegurar que se llena solo.
¿Hay alguna idea, de las que has tenido, que aún sigan en el cajón, por que nadie se ha atrevido a creer en ella?
No. Más bien tengo los cajones llenas de ideas en las que todavía no creo lo suficiente. Las otras, las que no han interesado o no han gustado, me he espabilado para darles salida aunque fuera por mis propios medios.
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