La caja tonta, como la llamaba mi madre cuando yo era pequeña, tiene la suficiente fuerza como para captar con facilidad, la atención de los más pequeños de la casa, que son hipnotizados con la magia de las imágenes, el color y el audio.
Un fotógrafo australiano llamado Donna Stevens ha decidido capturar esta desconcertada mirada, en una serie de fotos llamada Idiot Box.
Esta serie, que no pudo tener un nombre más acertado, muestra cómo los niños de hasta 4 años están completamente hipnotizados por la televisión. Para tomar las imágenes, Donna tan sólo les pidió a los niños que eligieran un número de Netflix y poco después, ya estaban completamente desconectados del mundo que los rodeaba.
Esta serie de fotografías fueron realizadas, según dice el autor, para hacernos pensar sobre el papel que tiene la tecnología en nuestras vidas.
Discussion about this post