Cuando veo retratos pintados, me gusta ser capaz de ver más allá de la persona. No me gustan demasiado esos retratos que parecen que han sido hechos con un filtro de Photoshop. Me encanta, ser capaz de ver las imperfecciones del pincel y ver más allá del simple dibujo, ver lo que transmiten unos ojos o sentir la fragilidad de un anciano.
Por eso soy fan absoluta de Lola Terrón Arte, una joven madrileña que no ha dejado de pintar desde la infancia, y que e n los últimos años se ha especializado en el arte de la acuarela, y realiza retratos por encargo que ya descansan en blancas paredes y otros han sido utilizados en invitaciones de boda. Aunque es cierto que también pinta en acrílico, su trabajo en acuarela me apasiona. Actualmente estudia arquitectura, pero eso no le quita tiempo para seguir dedicándose a su gran pasión: El Arte.
En sus obras podemos ver, todo eso que os comentaba que valoro cuando veo un retrato, porque sigo yo, que para el realismo puro ya tenemos el teléfono móvil.
Os dejo una buena recopilación de su trabajo e invito a que visitéis su página de Instagram o Facebook y que no dejéis de seguirla, porque estoy segura que se hablará mucho de su trabajo.
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