Una duda muy habitual entre mis alumnos es cómo configurar su cuenta de Twitter para que envíe un mensaje a sus nuevos followers, agradeciéndoles que hayan decidido seguir la cuenta que gestionan. No lo encuentran porque, efectivamente, no es una opción que dé Twitter en su propia web.

Si se quiere mandar este mensaje de bienvenida, hay herramientas externas cuya utilización es muy sencilla. No voy a extenderme sobre esto porque no hay más que buscar en Google “cómo mandar mensajes automáticos en Twitter” para obtener una ristra de posts con listados de aplicaciones para hacerlo. Sí que mencionaré una, porque a veces el problema de estas listas es que están escritas hace mucho y algunas aplicaciones han dejado de funcionar o han cambiado de nombre.
Así que si estáis buscando una forma de enviar un “gracias por seguirnos” de manera automática, una buena opción es thanks4follow, que resulta sencilla de utilizar y tiene varios planes, todos muy económicos. El gratuito permite gestionar una sola cuenta y programar dos agradecimientos diferentes que se envían como tuits con dos horas de retraso desde que comiencen a seguirte. El freeplus (desde 2 euros al mes hasta 19 euros al año) te da opción a gestionar varias cuentas, cada una de las cuales puede tener sus propios agradecimientos. Y por último, el Premium (desde 3 euros al mes hasta 28 euros al año) te permite agradecer el follow mediante mensaje directo e inmediato, además de ofrecerte todas las opciones de los anteriores.

Hasta aquí, cómo hacerlo. Ahora viene la parte importante, que es por qué no hacerlo. O mejor dicho por qué, desde mi humilde opinión, no es que pase nada si se hace pero es mejor no hacerlo.
Supuestamente, la intención que tenemos cuando mandamos un mensaje agradeciendo que alguien nos siga es mostrar una atención personalizada. Pero nada me parece menos personalizado que un “Hola @estherrosado1. Muchas gracias por seguirnos”. Y ya no digo nada si encima le cuelan un “Síguenos también en Facebook y en Instagram” o un “Recuerda que puedes adquirir nuestros productos en nuestra tienda online”. No hay que ser un experto en redes sociales para saber que detrás de esto no hay una marca que se siente muy especial porque has empezado a seguirle, sino un robot que te ha mandado lo mismo que a todos. Si a esto le unimos que la mayoría de las marcas (hasta las personales) lo hacen, llega incluso a ser molesto. Antes, tener un mensaje privado en Twitter te producía curiosidad, entrabas enseguida a ver quién te había escrito y qué te quería decir. Ahora sabes que va a ser un mensaje automático más, y sólo piensas en la incomodidad de tener que entrar a verlo… y a borrarlo, o al menos a dejarlo como no leído.
¿Y entonces? Yo recomendaría, y es lo que hago, no mandar ningún mensaje a no ser que de verdad se quiera decir algo personal. Pensad en vosotros como usuarios. Cuando seguís a una marca no pretendéis que os responda enseguida dando las gracias por hacerlo. La seguís porque os interesan sus contenidos, o para poder decirles algo y estar al día de lo que contestan a otros con la misma duda o queja, o para participar en un concurso, o por lo que sea, sin esperar nada más que eso. Así que si ahí queda todo, no hay problema.
Si hay algo que decir a esa persona, entonces por supuesto que se le dice. Claro es de agradecer que te escriban mensajes tipo “Qué alegría verte entre mis followers, me encantan tus artículos” o “¡Qué bien tenerte por aquí! Te sigo desde que comenzaste tu blog”. Ahí estamos viendo que ese mensaje es para nosotros, que desde el otro lado hay un interés real hacia nuestra persona, blog o marca. Eso sí es dar valor añadido.

Pero ay, amigos, es que para hacerlo así hay que estar muy pendientes de quién nos sigue, y no confiar una de nuestras labores a un robot. Pero como suele pasar en los medios sociales, aquello que requiere más tiempo y esfuerzo da mejores resultados.
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