¿Cuántas veces a lo largo de la semana te sientas en una silla? ¿Te has parado a mirarla?
La ganadora de la I edición de galardones al talento y a la creatividad de Moongata, Celia Terrón Alamán, con su obra «Silla para todo y para nada», en la que ha querido realizar un juego visual muy interesante. Dependiendo del ángulo desde el que la mires ves una forma u otra. Para ello, utiliza una mirilla metálica que coloca a cierta distancia y por la que se mira, reveló. Está hecha del mismo material que su pieza: barras de hierro soldado.
Su obra, titulada «Silla para todo y para nada» obtuvo la máxima puntuación, prácticamente, por unanimidad.
Quise separar la idea del concepto y reflejar dos aspectos: el del objeto básico con cuatro patas y un respaldo y el multifuncional en el que la silla se deforma, se reinterpreta y se crean distintas figuras en función del ángulo desde el que se observe, a modo de juego
Licenciada en Diseño de Producto por la Escuela de Design del IED Madrid. Además de los mil euros del premio, su obra será producida, exhibida y vendida después del verano en Moongata, un espacio dedicado a la búsqueda de nuevas tendencias en decoración e interiorismo, con piezas propias y ajenas, que exhiben en el número 13 de la calle Lope de Vega (Centro).
La silla es la pieza mítica en el diseño, ese clásico en el que todo diseñador debe parar en un momento en su carrera. Son muchos los parámetros que hay que tener en cuenta: diseño, funcionalidad, atractivo, consonancia con el entorno, ergonomía, utilidad. Y es que no todas las sillas sirven para lo mismo, Sillas para… muestra esa utilidad diferente que le podemos otorgar a este icono del diseño, que tiene que responder a cada una de estas experiencias. Sillas para relajarse, aislarse, leer, observar, pensar, jugar o incluso socializar.
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