Para crear una identidad gráfica consistente nos pasamos largas horas primero delante de la página en blanco, para luego pasar a la pantalla. Una vez que tenemos el diseño definido y aprobado por el cliente, la elección del material y la empresa en la que lo imprimamos es fundamental el buen resultado de nuestro diseño. Imagínate la una papelería corporativa, con todas sus piezas básicas: papel de carta, sobres personalizados, tarjetas de visita, bolígrafos… y es fundamental que el resultado final sea el deseado, porque si no fuese así perderíamos la mitad de la personalidad de nuestra marca. Por eso es tan importante saber en quién confiar a la hora de imprimir estas piezas.
La papelería corporativa tiene que ayudar a crear una marca fuerte. En ocasiones, una tarjeta de visita, una carta, un sobre… se convierte en la primera toma de contacto. Entonces, ¿cómo no cuidar su diseño para causar la impresión deseada transmitiendo confianza, profesionalidad y singularidad?
Pero, ¿qué le aporta a una marca tener una identidad corporativa sólida? A la empresa le permite varios aspectos:
- Mantener una buena imagen corporativa, logra que nuestro público objetivo la recuerde más fácilmente, por lo que se posiciona mejor y resiste al paso del tiempo.
- Lograr que se vincule la identidad corporativa con algún aspecto positivo de la marca.
- Distinguirse visualmente de la competencia, por lo que conseguiremos que ser más reconocibles.
- Una imagen corporativa definida otorgará coherencia a todas nuestras comunicaciones, una cualidad muy valorada en el mundo comercial.
- Los proveedores tienden a dar más confianza y respeto a priori a empresas con imágenes corporativas profesionalmente desarrolladas y establecidas.
Y entonces, ¿cuál será nuestro siguiente paso? La impresión de nuestras piezas corporativas.
El material en el que imprimamos nuestra marca es crucial, ya que si nuestra imagen corporativa habla de nosotros, el papel en el que imprimamos nuestras piezas, también lo hace, reforzando la imagen de marca y transmitiendo mucho de los valores que hayamos representado en cada uno de los trazos que lo componen.
¿Te imaginas una empresa de detergentes imprimiendo sus tarjetas de visita y sobres en papel kraft? No tendría mucha lógica, la verdad, sería mucho más lógico imprimirlo en un papel blanco, que aporte valor al blanco que da a la ropa.
Aquí os dejamos unos cuantos ejemplos de buenas elecciones de material que refuerzan todo el concepto que hay detrás de la marca.
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